PilarAlhambra
  PETRA, LA CIUDAD ROSA
 

 

En medio del desierto jordano, Petra se presenta como un bello enigma revelado apenas hace algo más de un siglo; un enigma que hoy sigue asombrando y creciendo, a medida que prosiguen excavaciones que van –de año en año- engrandeciendo el patrimonio visible en este territorio desértico.

Una visita por la más bella de las joyas de Jordania. Palacio, Corintia, de la Seda y de la Urna, el templo de los Leones alados, el Mausoleo de Sextius Florentinus y una iglesia bizantina del siglo V con ricos mosaicos; y al O, el altar de los sacrificios, el Museo y el castillo de los Cruzados. Más alejados del camino, se encuentra el Monasterio (Al Dir) y el Triclinio del León. LA CIUDAD DE LOS NABATEOS Petra se asienta en un lugar fragoso, accidentado, en uno de los bordes de la fosa del Rift, hundimiento que cruza de sur a norte el territorio africano y que se prolonga por el Mar Rojo, Mar Muerto y Valle del Jordán.
Está en el sur de Jordania, unos 250 kilómetros por debajo de Amman su capital. Ya en el neolítico, el territorio de Petra tuvo un poblado edomita.

Luego, en el siglo VI se estableció por allí la tribu de los nabateos, nómadas procedentes del desierto arábigo, que lograron prosperidad mediante el saqueo y el comercio. Los nabateos se limitaron en un principio a excavar grutas en la roca desmenuzable que domina el circo de más de trescientos metros para construir, junto a sus pueblos de tiendas, un hábitat permanente. Las viviendas en piedra se tallaron posteriormente, dejando, en un primer momento, una arquitectura tosca y poco trabajada, si se compara con las que aparecen a partir del siglo I d.C, durante el cual se tallaron varios templos en la roca, entre los que destaca Castillo de la hija del faraón El Imperio nabateo llegó hasta el Mediterráneo, Siria y Arabia, controlando las rutas caravaneras. Petra debió ser algo así como un centro espiritual del mismo.

Aguantó la presión romana hasta el año 106 después de Cristo. Ese año, la ciudad pasó a integrarse en la provincia romana de Arabia. Petra se modernizó entonces, pero perdió vigor. Los nabateos declinaban en lo comercial, en tanto que florecía, al norte, la ciudad de Palmira. Hubo pronto un activo cristianismo en el lugar y una importante ciudad bizantina. Luego llegó la decadencia casi total bajo la dominación árabe.

Aún estuvo vinculada a los cruzados durante algún tiempo y cayó en el olvido. La última cita histórica medieval fue del año 1267. Jean Louis Burkhardt, nacido en Suiza en 1784, estudió el árabe y se convirtió al islam, cambiando su nombre por el de Ibrahim Bin Absukkah. Conoció en 1812 el territorio jordano y la caravana en la que viajaba en dirección a La Meca pasó cerca de Petra. Él redescubrió la ciudad oculta. Petra ha pasado a ser un importante objetivo turístico, e incluso un lugar de rodaje de secuencias cinematográficas, como alguna película de Indiana Jones.

Recientemente filmó allí el escritor Juan José Benítez un documental sobre el Arca de la Alianza. Después de varios intentos finalmente los romanos tomaron Petra en el año 106 e impusieron en ella su plan urbanístico usual, como por ejemplo las calles encolumnadas. Los lugares más representativos en Petra son los siguientes: LOS DJIN BLOCAS: Monumentos de forma cuadrada y de construcción nabatea, de función misteriosa. Pudiera tratarse de una tipología inusual de tumbas, aunque tampoco sería extraño que fueran construcciones en honor del dios nabateo Dushara, representado usualmente con forma geométrica.

LA TUMBA DE LOS OBELISCOS: Coronada por cuatro de estos. Debajo de los obeliscos se observa un lecho y en la parte inferior tres habitaciones que hacen sospechar que estuvieron destinadas a la organización de banquetes funerarios de los nabateos. La influencia de la arquitectura egipcia es evidente. BAB AS-SIQ TRICLINIUM: 3 salas excavadas en la roca; Se llama triclinio al asiento en forma de diván en que se reclinaban griegos y romanos para asistir a un banquete, y, por extensión, al comedor o sala en la que tenía lugar el ágape. En Petra encontraremos varios ejemplos de triclinios usados en banquetes funerarios rituales. EL SIQ: Es la vía de acceso a la ciudad de Petra. Es un desfiladero de 1,2 Km. de largo y 100 m. de profundidad, de 4 a 6 metros de ancho y entre 40 a 170 metros de alto. Cuanto mas se ingresa uno en la oscura garganta, mas se estrechan las altas paredes rocosas, el desfiladero fue tal vez una vía de purificación espiritual. En las paredes se observan hornacinas en honor al dios Dushara, un desfile procesional de hombres y animales (casi borrado por el tiempo y la barbarie), inscripciones históricas y hasta un altar de sacrificios, sencillo, en medio del camino, y al lado de un pequeño habitáculo excavado en la roca, tal vez lugar del sacerdote o para almacén de elementos de culto. Al final se divisa el Tesoro, justo en el momento en que menos se lo espera uno.

EL TESORO DEL FARAÓN: Es el monumento más hermoso y emblemático de todos los de la ciudad, de 40 m. de altura y completamente tallado en la roca, ubicado estratégicamente en un espacio reducido y relativamente protegido de la intemperie, con un suave color rosado. Para poder verla bañada por la luz del sol, muy recomendable, es conveniente estar aquí entre las 9 y las 11 de la mañana. El conjunto esta integrado por una fachada de dos niveles, la de abajo sostenida por seis columnas, y coronada por sendos obeliscos no finalizados. El interior es una sala funeraria cuadrada sin decoración actual alguna. Su estilo arquitectónico es ajeno al estilo nabateo que predomina en Petra y se ajusta a los cánones del helenismo tardío, en su momento de decadencia y abarrocamiento Su nombre proviene de una creencia: Los beduinos creyeron durante mucho tiempo, que la urna que corona el monumento contenía el tesoro de un faraón, y de ahí los impactos de bala.

LUGAR ALTO DEL SACRIFICIO: Hay que subir un rato por senderos y escaleras. En la cima, además del altar, pueden verse dos obeliscos de 7 m de altura que representan a los dos dioses más importantes: Dushara y Al 'Uzza. Se compone de una plataforma más o menos ovalada, en mitad de la cual se ubica el santuario, en el centro una pequeña tabla saliente rectangular, que sería la mesa de ofrendas, los canales evacuaban la sangre, esta era un símbolo de vida y los sacrificios eran vistos como ceremonias de renovación de la relación entre los hombres y los dioses con el fin de propiciar el bienestar y la prosperidad de los ciudadanos, llevándose a término el ritual en una atmósfera de júbilo y festejo. La mayoría de las veces se sacrificaban animales, pero hay testimonios de que se practicaban también sacrificios humanos Mas adelante aparece a nuestra derecha el curso seco del río Wadi Musa. A partir de aquí ya tenemos varias alternativas para observar diferentes monumentos en función del orden y preferencias de cada uno, y por tanto no hay ningún orden concreto en los lugares enumerados a continuación: Hacia el corazón de Petra, por la calle de las Fachadas. Se trata de un denso conjunto de tumbas construidas por los nabateos en los farallones rocosos, con un evidente parentesco con el arte asirio. Se puede acceder fácilmente a ellas, y hay al menos una cuarentena, de estructura notablemente similar. También se puede ir en dirección de la rambla donde se encuentran los siguientes puntos:

EL TEATRO ROMANO: Bastante bien conservado. Los nabateos lo construyeron en el siglo I a.C. con 33 hileras de gradas para un aforo de unos 4.000 espectadores. Lo hicieron al modo griego, más abierto hacia el exterior. Todo el graderío está esculpido en un basamento monolítico, hoy muy erosionado, que se prolonga por arriba con las fachadas de casas o tumbas de estilo asirio que, al estar colgadas a suficiente altura, se salvaron de la remodelación Los romanos, tras la conquista de la ciudad, ampliaron el lugar para darle un aforo de 7.000 personas, pero un terremoto lo dañó severamente en torno al 363 después de Cristo, y parte de la estructura se reutilizó en otras dotaciones.

CALLE DE LAS COLUMNAS: Aquí usted está en el centro mismo de la ciudad. Aquí estuvo el mercado, con negocios y casas. También puede verse en nymphaeum (fuente pública). Ni que decir que el empedrado es romano. Al final de la calle está la Puerta de Temenos que marca la entrada de al patio del Templo de Dushara TEMPLO DE DUSHARA. (QASR AL-BINDT FIRAUN): Es la única estructura que no está cavada en la roca. Ha sido restaurado.

TEMPLO DEL LEÓN ALADO: Frente al anterior. Ambos fueron reutilizados en época romana, posiblemente para el culto de Apolo y Artemisa y, posteriormente, en época bizantina, para culto cristiano.

LAS TUMBAS REALES Después del teatro, a la derecha. Impresionantes, sobre todo desde lejos, cuando se llega desde la vía romana. Unas escaleras conducen hasta allí. Con sus cinco divisiones horizontales y sus 45 m. de altura, constituye la fachada mas grande de Petra, aunque muy alterada. Desde las tumbas reales se puede hacer un magnífico paseo hasta el altar de Jebel Al khubta TUMBA DE LA URNA: Donde se guardaron los restos del rey nabateo Maluchos II, con una gran terraza abierta y columnatas en torno a ella, y un gran interior de paredes rectilíneas y gran capacidad (18 x 20 metros). Esta tumba tuvo utilización civil en tiempos romanos y fue catedral bizantina más tarde. En el fondo tiene, para la función religiosa, tres pequeñas cámaras abiertas.

TUMBA DE LA SEDA: Interesante por sus coloraciones; esta tumba se encuentra un poco más al norte, tallada también en las paredes rocosas del monte Kubtha, al fondo de una profunda concavidad. No presenta ningún rasgo excepcional desde el punto de vista arquitectónico, con cuatro pilastras adosadas al muro de fachada sustentando una doble cornisa rematada por el típico motivo asirio de escalerillas.

TUMBA LA CORINTIA: Muy deteriorada, pero de una estructura similar a la del tesoro, recibe este nombre de los primeros arqueólogos que la estudiaron y dieron por supuesto que sus borrados capiteles eran de orden corintio pero esta interpretación sería inexacta.

TUMBA DEL PALACIO: De inmensa fachada; algunas de ellas muestran claras influencias helenísticas; también conocidas como Tumba de los Tres Pisos, es renombrada por sus inmensas proporciones; se le llama Tumba del Palacio por su supuesta similitud con un palacio real. Compuesta de tres pisos de complicados ritmos arquitectónicos, y está en su mayor parte realizada en técnica rupestre, pero combinada con una superestructura construida en piedras sillares

TUMBA DE SEXTUS FLORENTINUS: Se trata de la única tumba de Petra que muestra una inscripción en latín y fechable; La inscripción se halla grabada en una losa sobre la puerta, bajo el frontón circular central, deja constancia de que nos hallamos ante un monumento funerario en honra y memoria de Lucius Papirius Sextus Florentinus, gobernador romano de la provincia de Arabia (hacia el 127 d C), mandado construir por su hijo (hacia el 130 d C), obedeciendo la voluntad de su progenitor, que habría querido ser sepultado aquí. El complejo diseño de la fachada es de carácter romano, pero los detalles constructivos reflejan una marcada influencia nabatea.

EL MONASTERIO: Las escaleras comienzan en una especie de cañón. Hay 788 escalones. Después de un viraje se llega al Monasterio, un imponente edificio de 45 m. de alto y 50 de ancho que fue utilizado de iglesia en época bizantina, como atestiguan las cruces talladas en los muros. Hay un sendero a la izquierda de éste por el que se puede subir a la cúpula.

TEMPLO DE LA HIJA DEL FARAÓN: Es otro templo nabateo de considerables dimensiones, que se ha mantenido vigorosamente erguido hasta la actualidad; está en proceso de restauración. Probablemente se trata de un gran lugar de culto, en honor del dios Dushara. Los muros tienen 23 metros de altura y es un documento excepcional constructivo porque se trata de la única edificación nabatea no excavada en la piedra.

MONTE NEBO Lugar donde Moisés vio la Tierra Prometida También conocido como Pisgah, a 12 Km. al noroeste de Madaba. A 840 m de altitud, no es la cima mas alta de la zona, pero si la última antes de la depresión del Mar Muerto. Aquí es donde, según la Biblia, Moisés vio la Tierra Prometida por primera vez y murió después de librar a los israelitas de la esclavitud en Egipto tras vagar por el desierto durante cuarenta años. Los vestigios de la iglesia del siglo IV se mantienen en el lugar donde, según la tradición cristiana, descansan los restos de Moisés. Los musulmanes asocian estos hechos con otro sitio: Nebi Musa, en Cisjordania. Moisés hizo brotar agua para saciar la sed de su pueblo; el lugar se llama Wadi Musa, o 'río de Moisés'. Es un manantial que nace en el cercano pueblo es conocido como la fuente de agua que, según las Escrituras, el patriarca Moisés hizo brotar milagrosamente en el desierto al golpear con su vara una peña (Éxodo, 17:1-7). A lo lejos, en la cima de una alta montaña, el Gebel Harum, se divisa una construcción blanca que aseguran ser la tumba de Aarón, el hermano de Moisés. No cabe duda de que nos hallamos en escenarios bíblicos.Petra, ciudad rosa del desierto sueño de sueños.


 
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